En las entrañas de Bahía Blanca, donde el eco de los antiguos barcos aún susurra leyendas en el viento, el Círculo de Amantes del Cine resucita una joya del séptimo arte. Este domingo 18 y martes 20 de agosto, el Cine Visual será el escenario de un reestreno que lleva el peso de la historia cinematográfica: "Masculino femenino", una de las obras cumbre de Jean-Luc Godard, maestro de la Nouvelle Vague, será proyectada a las 19:30, en una versión restaurada que promete devolver a la vida el pulso vibrante de los años 60.
Jean-Luc Godard, un nombre que se erige como un faro en el océano del cine, redefinió las reglas de la narrativa visual con su estilo audaz y transgresor. "Masculino femenino", estrenada en 1966, no es solo un filme; es un collage de emociones, una obra que captura la esencia de la juventud parisina de la época, con sus dilemas, amores y contradicciones. Dividida en quince actos casi independientes, la película es un reflejo de la mente creativa de Godard, que fusiona la realidad con lo absurdo, en una danza caótica pero coherente.
Para quienes buscan actividades culturales y espectáculos en Bahía Blanca, esta proyección es una cita ineludible. No solo por la oportunidad de ver una obra restaurada con la precisión de un relojero suizo, sino porque esta película encierra la esencia del cine como arte subversivo y poético. En sus escenas, Godard despliega una crítica sutil, a veces sarcástica, que sigue resonando en el presente, como una voz que no se apaga, que se niega a ser olvidada.
Este evento es más que una simple proyección; es una celebración de la resistencia cultural en tiempos donde el arte lucha por mantenerse relevante. La restauración de "Masculino femenino" es, en sí misma, un acto de amor al cine, una reivindicación de que las historias deben ser contadas una y otra vez, para que no se pierdan en el polvo del olvido.
La historia de Paul y Madeleine, los jóvenes protagonistas, resuena hoy con la misma intensidad que hace más de cinco décadas. Sus vidas, marcadas por la búsqueda de identidad y la confrontación con una sociedad en cambio, reflejan la eterna pugna entre lo masculino y lo femenino, entre lo individual y lo colectivo. Godard nos recuerda que el cine es un espejo en el que nos vemos reflejados, un arte que, en su mejor forma, nos confronta con nuestras propias realidades.
Para quienes quieran asistir, se recomienda llegar con 20 minutos de anticipación. Las puertas del Cine Visual, ubicado en Chiclana 452, abrirán para recibir a los amantes del cine, aquellos que encuentran en la oscuridad de una sala la luz de nuevas ideas y emociones.
Así, Bahía Blanca se convierte, por un momento, en el epicentro de la cultura cinematográfica, un lugar donde el pasado y el presente se encuentran, donde la obra de Godard vuelve a respirar, invitándonos a todos a redescubrir el poder del cine.
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