En el vasto paisaje de la música latinoamericana, donde las melodías y los ritmos se entrelazan con las realidades sociales, emerge una fuerza imparable: Santuario. Esta banda de rock pesado de la República Dominicana, fundada en 1999 por Juan Carlos "Kanky" Lora en la batería y Jehison Tavarez en la voz y la guitarra, ha desafiado las convenciones y ha dejado una marca indeleble en la escena musical de su país y más allá.
Desde sus primeros compases, Santuario ha incendiado los escenarios con su energía arrolladora y su mensaje profundamente arraigado en las cuestiones sociales de su tiempo. Con influencias que van desde el thrash metal hasta los ritmos caribeños, la banda ha forjado un sonido único que resuena con la rabia y la pasión de una generación que clama por un cambio.
En su último movimiento audaz, Santuario ha lanzado una versión rock de "El costo de la vida", una canción icónica del legendario artista dominicano Juan Luis Guerra. Originalmente lanzada como el tercer sencillo de su sexto álbum "Areito" en 1992, la canción es un himno a la lucha contra la pobreza, la corrupción y los bajos estándares de vida en América Latina. En esta nueva interpretación, Santuario infunde su característico sonido poderoso, igualando la intensidad de la letra que, a pesar de haber sido escrita hace más de tres décadas, sigue siendo tan relevante como siempre.
Con la visión de despertar conciencias y sacudir las estructuras de la complacencia, Santuario lleva su mensaje a través de las fronteras, con la esperanza de inspirar un cambio duradero en la sociedad latinoamericana y más allá. Su próximo quinto álbum de estudio, que se lanzará a finales de este año, promete llevar este mensaje aún más lejos, con colaboraciones de renombrados artistas como Marc Rizzo, Tony Campos y Titi Lapolla, entre otros.
La letra de "El Costo de la Vida" de Juan Luis Guerra es un poderoso testimonio de las realidades sociales y económicas que enfrentan muchos países de América Latina. A través de metáforas y referencias culturales, Guerra aborda temas como la pobreza, la corrupción, la falta de oportunidades y la injusticia. La repetición del estribillo "El costo 'e la vida sube otra vez" refuerza la sensación de un ciclo interminable de dificultades que enfrenta la población.
El uso del español, inglés y francés en la letra resalta la diversidad cultural y lingüística de la región, mientras que también subraya la falta de atención o comprensión por parte de aquellos en posiciones de poder. La referencia al "descubrimiento" de América y la pregunta "¿Pero quién descubrió a quién?" cuestiona las narrativas históricas tradicionales y destaca la resistencia de las comunidades indígenas y afrodescendientes frente a la colonización y la opresión.
La letra también aborda la situación económica y política actual, con referencias a la subida del costo de vida, el desempleo, la corrupción y la falta de acceso a la atención médica. La imagen de "un agujero en medio del mar y el cielo" evoca la sensación de aislamiento y abandono que sienten muchas comunidades marginadas.
En un mundo donde la música es más que solo notas y acordes, Santuario se alza como un faro de esperanza y resistencia. Su legado perdurará en los corazones y las mentes de aquellos que buscan un cambio, una revolución en la melodía y el ritmo. En palabras de la banda misma: "Queremos que en más países de Latinoamérica conozcan nuestra música. Deseamos traer nuestro mensaje a la mesa de conversación y tratar de despertar conciencia sobre los diferentes problemas que existen en todos los rincones del continente".
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